Marina De Bourbon fue desde siempre un símbolo de poder y de gloria, por muchos siglos; hoy se ha convertido en un signo de prestigio, estilo, modales y refinamiento francés.
En 1993, un perfumista famoso, el Sr. Gilles Pommereau se asoció con la Princesa Marina de Bourbon.
Ciertamente su gusto común por la excelencia y la elegancia, hicieron que se desarrolle enteramente su creatividad sin límites y sin restricciones, su experimento único del lujo.
Este fue el punto de partida hacia una gran camino de aventura, creación ilusión y maravilloso, como es el mundo de las fragancias.
La reverencia es un gesto de respeto tradicional de todos los siglos. Lo hacían los cortesanos en Europa. Hoy en día, la reverencia, está reservada para los príncipes y princesas. La sociedad aristocrática sigue manteniendo viva esta tradición para no olvidar el mundo antiguo, romántico y con la emoción de la celebración.
Marina de Bourbon lanza esta nueva fragancia, en honor a esta milenaria tradición.